Denuncian explotación y desaparición de una menor de 12 años: Madre clama por ayuda ante presunta red de trata

La angustia y la desesperación se han apoderado de Mari Tavera, madre de Jasmairi Elizabeth De La Rosa, una niña de tan solo 12 años que fue reportada como desaparecida tras un presunto caso de explotación sexual infantil. Según denuncia Tavera, su hija está siendo prostituida por dos vecinas identificadas como “Rosanna” y “la flaca”, quienes habrían organizado su secuestro.

El caso comenzó cuando la menor salió de su escuela acompañada por dos hombres en una motocicleta, quienes supuestamente fueron enviados por las mencionadas vecinas. Desde ese momento, el paradero de Jasmairi es desconocido, dejando a su madre en una búsqueda incansable por recuperarla.

En medio del calvario, Mari Tavera recibió una llamada telefónica de alguien identificado como Oyi Montero, quien le exigió retirar una querella legal previamente interpuesta y permitir que su hija sea pareja de uno de ellos a cambio de su liberación. Este hecho evidencia no solo la vulnerabilidad de la familia, sino también la existencia de una posible red criminal involucrada en la explotación de menores.

“Estoy desesperada. Solo quiero que mi hija regrese a casa”, declaró Tavera entre lágrimas. Según ella, el comportamiento de Jasmairi había cambiado recientemente debido a lo que describe como “malas influencias”. Asegura tener pruebas fotográficas y testimonios que respaldan sus acusaciones, pero lamenta la falta de apoyo efectivo por parte de las autoridades.

A pesar de haber acudido a la fiscalía e intentado que su hija recibiera atención psicológica, Mari Tavera asegura que las instituciones encargadas de proteger a los niños no han brindado la ayuda necesaria. En un acto de desesperación, incluso durmió durante cinco días en las instalaciones de la fiscalía con la esperanza de obtener respuestas claras sobre el paradero de su hija.

“Me siento abandonada. Mi hija está en peligro y nadie parece hacer lo suficiente para encontrarla”, expresó Tavera, quien teme que la menor esté siendo trasladada constantemente de un lugar a otro para evitar su localización.

Este caso pone de manifiesto las graves fallas en la protección de menores y la respuesta institucional frente a situaciones críticas como la trata de personas y la explotación infantil. Expertos señalan que la movilidad constante de las víctimas dificulta enormemente su rescate, mientras que la falta de recursos y coordinación entre las autoridades agrava aún más la situación.

La comunidad ha comenzado a movilizarse en apoyo a Mari Tavera, exigiendo justicia y una intervención más eficaz por parte de las autoridades competentes. Grupos de derechos humanos y activistas contra la trata de personas han pedido investigaciones exhaustivas para desmantelar posibles redes criminales involucradas en este caso.

Mari Tavera hace un llamado desesperado a la sociedad y a las autoridades para que ayuden a encontrar a su hija y poner fin a esta tragedia. “No puedo perderla. Es mi niña, mi vida. Necesito que me ayuden”, imploró.

Mientras tanto, el caso de Jasmairi Elizabeth De La Rosa sigue siendo un ejemplo alarmante de la vulnerabilidad de los niños frente a redes de explotación y la necesidad de fortalecer los sistemas de protección infantil en el país.