Dos menores dominicanos muertos en tren de aterrizaje de avión se fueron de sus casas el 31 de diciembre
SANTO DOMINGO.- Los adolescentes dominicanos Fernando González de 14 años y Kivens Yaisen, de 15, dejaron sus casas el 31 de diciembre. Son los jóvenes cuyos cadáveres fueron hallados en el tren de aterrizaje de un avión de la línea aérea Avianca, en el aeropuerto Internacional El Dorado en Bogotá, Colombia, el pasado siete de enero.
Sus familiares denunciaron su desaparición en la Policía Nacional el día 5 de enero y el viernes 13 las autoridades les notificaron que eran los jóvenes hallados sin vida en el avión.
Fernando González era hijo de Gabriela González y el nacional haitiano Jean Philippe Lois y Kivens Yaisen, quien cumpliría 15 años el 10 de febrero, hijo del dominicano José Yaisen José y Nadege Antoine, de nacionalidad haitiana.
Yaisen llevaba en un bolsillo un acta de nacimiento emitida por la Oficialía del Estado Civil de la Primera Circunscripción de ese municipio de la provincia La Altagracia, que indica que nació en el Batey Los Tocones de San Rafael del Yuma. También tenía en sus bolsillos monedas dominicanas.
Todavía los cadáveres permanecen en Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Colombia, a espera que las autoridades dominicanas realicen las gestiones oficiales para repatriarlos.
Diario Libre consultó al Ministerio de Relaciones Exteriores sobre el caso y se le informó que el embajador Opinio Díaz, viceministro para Asuntos Consulares y Migratorios está fuera del país y regresa este martes.
“El Embajador Díaz se encuentra agotando una agenda de trabajo en Estados Unidos y regresa mañana. Supongo que a su regreso podría ofrecerle alguna información oficial sobre el particular”, se informó Miguel Reyes, asistente de Díaz.
Las gestiones
La identificación y ubicación de los padres de los adolescentes se ha conocido por las gestiones de la doctora Lourdes Gómez, médico forense, quien fue constatada por las autoridades del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Colombia, para solicitar su colaboración para buscar en la República Dominicana “información de personas desaparecidas y si habían sido reportados dos menores de sexo masculino de aproximadamente 15 años”.
La doctora Gómez inició las gestiones ante la supuesta falta de respuesta oficial de las autoridades dominicanas a la misma solicitud, que las autoridades colombianas habrían tramitado en dos ocasiones.
“Una colega colombiana que es odontóloga forense igual que yo, al ver la falta de respuesta de las autoridades dominicanas pidió permiso a sus superiores y me escribió para pedirme ayuda y ver si se podían identificar los cadáveres, porque uno de los adolescentes tenía un acta de nacimiento dominicana y monedas dominicanas y por eso se presumía que podían ser de aquí”, explicó la doctora Gómez.
Explica que la situación le entristeció pues entiende que debe ser muy duro que una madre se quede toda una vida esperando un hijo o cualquier familiar.
En ese orden inició gestiones en la Policía Nacional y agentes de Inteligencia de la Interpol para ver si habían sido reportados como desaparecidos dos jóvenes y no había registro, el padre uno de ellos lo localizó por el número de cédula, pero en los teléfonos vinculados en el padrón de la Junta Central Electoral nadie respondía.
“Pero pudimos localizar a la madre de Kivens Yaisen, en el Batey donde lo declararon y ahí es que ella se entera que su hijo es uno de los polizones que murieron en el avión de Avianca. Hablamos con el cónsul dominicano en Colombia, Juan Peña para ver qué gestiones se habían hecho y luego nos llamaron de la Cancillería, pero lo que nos informaron es que no hay presupuesto para traer los cadáveres”, relató la doctora Lourdes Gómez.
La doctora ha gestionado con una funeraria local el velatorio de los jóvenes y solo falta que las autoridades hagan los trámites legales y paguen el traslado de los cadáveres. “Si las autoridades no asumen el caso estamos dispuestos a hacer una colecta en las redes sociales, porque no han hecho caso porque son hijos de personas pobres, pero son hijos de dominicanos y merecen que sus padres puedan sepultarlos dignamente”, agregó.