El Parlamento de Nicaragua aprueba reforma y aumenta poderes de Ortega y esposa
Managua.- El Parlamento de Nicaragua, dominado por el gobernante Frente Sandinista, ha aprobado este viernes una reforma parcial de la Constitución que otorga más poder al presidente Daniel Ortega, así como el de la Policía y el Ejército del país.
La reforma fue enviada por el mandatario al Congreso el martes “con carácter de urgencia” y ha sido aprobada por unanimidad por los 91 diputados de la Cámara.
La reforma establece que la Presidencia coordinará a partir de ahora a los órganos legislativo, judicial, electoral, de control y regionales y municipales, y estará integrada por un copresidente y una copresidenta, elegidos mediante sufragio universal, igual, directo, libre y secreto, por mayoría relativa de votos. También incluye como símbolo patrio la bandera del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), partido en el Gobierno desde 2007.
La medida, que refunda el Estado al denominarlo “revolucionario” establece, además, que la Presidencia de la República sea la Jefatura Suprema del Ejército de Nicaragua, de la Policía Nacional y del Ministerio del Interior. Los legisladores han reformado 135 artículos de la Carta Magna de Nicaragua y derogado otros 38, incluido uno en el que se prohibía la práctica de la tortura.
Tras aprobar la reforma en términos generales, los legisladores han procedido a revisar cada uno de los 15 artículos incluidos en ella. Según la Constitución nicaragüense, las reformas deben ser aprobadas en una segunda legislatura, en este caso en 2025, antes de entrar en vigor.
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, había ordenado el miércoles una amplia reforma de la Constitución de su país que le otorgaría a él y a su esposa, Rosario Murillo, el control absoluto sobre los tres poderes del Estado.
El ejecutivo de Ortega presentó la propuesta de Ley de protección de los nicaragüenses ante sanciones y agresiones externas a la Asamblea Nacional para que la tramite con carácter urgente, informaron medios locales y agencias.
Con la reforma, Rosario Murillo, que es la vicepresidenta del país, pasaría a ser “copresidenta”, una nueva figura que se incorpora a la carta magna.
El “copresidente” y la “copresidenta” ostentarían el mismo nivel de poder y serían elegidos por sufragio universal.
SEIS AÑOS DE MANDATO Y CONTROL DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN.-
La reforma constitucional aumenta el control ejecutivo sobre los medios de comunicación, amplía el mandato presidencial de cinco a seis años y crea los nuevos cargos de “copresidentes”. Contempla que el copresidente y la copresidenta ejercerán sus funciones por un período de seis años, que se contará a partir de su toma de posesión y que, dentro de ese período, gozarán de inmunidad.
Para optar a este cargo, los candidatos tienen que haber residido de forma continua en el país los seis años anteriores a la elección, salvo que durante ese período, por mandato oficial del Estado, cumpliese misión diplomática, trabajase en organismos internacionales o realizase estudios en el extranjero, entre otras.
Asimismo, la reforma ordena al sistema financiero nacional desoír las sanciones internacionales, bajo el argumento que “ninguna medida violatoria del derecho internacional” tomada por Estados, grupos de Estados o gobiernos extranjeros en contra de instituciones, funcionarios y/o personas nicaragüenses tendrá validez en el país.
También se creará la Policía Voluntaria como un cuerpo auxiliar y de apoyo a la Policía Nacional que, según opositores y organismos humanitarios, son fuerzas parapoliciales y paramilitares que actuaron con la aquiescencia del Estado en la denominada ‘Operación Limpieza’ con la que el Gobierno neutralizó las manifestaciones que estallaron en 2018. La Presidencia podrá además ordenar la intervención del Ejército de Nicaragua en apoyo a la Policía Nacional, cuando la estabilidad de la República lo requiera.