Envejecer es una negación a los derechos en República Dominicana
Préstamos y asignación a tarjetas de créditos son negadas a personas a partir de los 70 años de edad, esto a pesar de que las personas tengan ingresos fijos.
El comportamiento social-financiero para las personas que llegan a la tercera edad es agrio, por darse cuenta que las puertas son cerradas solo por ir pasando páginas al calendario años tras años .
Emprender negocios o simplemente ser activo a nivel comercial aprovechando como cliente las ventajas del sistema bancario o del sector de los seguros de vida y salud, pero la realidad es simplemente caminar entre vidrios cortados recibiendo como respuesta negativa que podemos interpretar como desprecio a un envejecimiento productivo.
Hacemos un llamado a los legisladores y clase política Dominicana, así como también a la superintendencias de seguro, bancos y pensiones, pero además a los medios para crear conciencia ciudadana sobre esta situación actual visualizar más allá de los riesgos que representa una persona de más de 65 años pasando a darle paso a ser parte de la actividad económica.
Al visualizar un segmento poblacional activo económicamente que en vez de negar servicios, creemos que se debe motivar una apertura de facilidades crediticias pero también podemos generar garantías, espacios en eventos culturales, deportivos , recreativos o sociales logrando despertar un dinamismo económico y social en nuestro país.
Motivar políticas públicas dirigidas a facilitar que los consumidores de la tercera edad puedan tener acceso a tarjetas de crédito, préstamos y descuentos en eventos culturales, deportivos y sociales que podemos garantizar convertirnos en un referente en la inclusión productiva a los envejecientes.
Lo que proponemos es factible para todos los sectores sociales, económicos y políticos ya que, debemos dejar atrás esta mentalidad excluyente,abusiva y despiadada que tenemos hacia el sector poblacional de la tercera edad .
En la República Dominicana se debe dar paso a la integración, esperanza y desarrollo económico a personas que desean ser parte del proceso productivo que envuelve cualquier tipo de actividades no importando la edad, ya que, son personas envejecientes con una juventud espiritual, pero no puede seguir viviendo aislado de la sociedad.
Por Mario Antonio Lara Valdez