Fallece joven en la Clínica Independencia por alegada negligencia médica
“No me dejen morir, no me dejen morir”, fueron las últimas palabras de Ana Karina Reynoso Hilario, de 33 años, quien falleció de un infarto la noche de este miércoles por alegada negligencia médica de la Clínica Independencia.
Entre llantos y lleno de impotencia, Miguel Rafael Ledesma García, esposo de la fallecida, contó a Diario Libre que supuestamente la clínica se negó a medicar a Reynoso Hilario hasta que no realizará un depósito de 9 mil a 12 mil pesos.
Dijo que llevaron el carné del seguro, pero que el centro de salud alegó que no tenía cobertura y que por esa razón era obligatorio el pago como requisito principal para ingresarla.
Ledesma García contó que llevó a su esposa a la Clínica Independencia debido a que presentó dolor en el pecho y le constaba respirar. Indicó que al verla tan delicada salió rápido, en pantaloncillos y sin dinero.
El esposo de la fallecida agregó que un médico le colocó oxígeno, le tomó la presión y que supuestamente se encontraba bien. Dijo que se negó a medicarla hasta no recibir órdenes del centro.
“Cuando llegamos allá yo le expliqué lo que pasó, que ella tenía el corazón acelerado y que no podía respirar. Le dije que hace como un año le dio una trombosis en una pierna. Al no estar respirando bien le ponen oxígeno y algo en el dedo y le chequearon la presión, supuestamente estaba bien”, expresó Ledesma García.
Según la versión de su esposo, Ana Karina murió a los 45 minutos de llegar al centro de salud. La joven fue velada en su residencia ubicada en el kilómetro 13 de la carretera Sánchez del municipio San Cristóbal.
El sepelio se pautó para las 4:00 de la tarde de este jueves en el cementerio Quita Sueño de San Cristóbal.
“Se le dio un servicio al pie de la letra. La misión de nosotros es salvar vidas y dar servicios”, fue la respuesta inmediata de la señora Yenis.
“Le pusieron medicamentos, le pusieron suero, le dieron resucitación, se le dio todo. Ahora, nosotros no somos dueños de la vida de nadie, nosotros tratamos de que la persona mejore. Un paciente si llega grave no es porque se le deja morir. A la señora le dieron todas las atenciones debidas y por haber”, agregó.
De acuerdo a De Lozada, el médico que le brindó asistencia a Ana Karina se apellida Jiménez.
En su relato, la administradora confesó que “la paciente llegó moribunda, llegó grave” y que pasado el mediodía de este jueves, ya había conversado con autoridades de la Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales (Sisalril), exponiéndoles los detalles del suceso.
“El paciente ni siquiera tenía seguro y se le dio todo. Le dijeron que como era un paciente privado, cuando terminaran pasaran por caja, como se les dice a todos los pacientes cuando no tienen seguro, pero eso no quiere decir que no le den el servicio”, argumentó la ejecutiva del centro médico.
“A ese paciente se le dieron todos sus servicios y su acta de defunción y todo, y ellos no pagaron un chele, un solo centavo, no pagaron”, indicó.