Falta de orientación dificulta pacientes el acceso a los servicios hospitalarios
Calvario” es la palabra que utilizan muchos pacientes acerca del proceso que tienen que vivir en los hospitales públicos para acceder a los servicios, donde la falta de orientación para seguir los lineamientos en busca de la atención es una barrera cada día más tediosa.
Días, semanas, incluso meses puede esperar una persona para obtener una cita o consulta y tratar su afección, en muchas ocasiones por no tener un seguro médico del régimen contributivo o porque lleva años atendiéndose en el lugar.
Estas tardanzas representan algunas de las quejas más recurrentes del sistema público de salud, en el cual para ser atendidos por especialistas conlleva largo tiempo de espera, situación que se agrava aún más por la alta demanda de servicios por parte de la población, sobre todo, de los más vulnerables.
Historias que turban
Rosario se encontraba sentada afuera del Hospital Salvador B. Gautier, donde indicó que, para una consulta de su madre en el área de cirugía vascular, debieron esperar más de nueve meses, aunque manifestó que también su padre se atiende allí de manera constante, sin que al momento tenga quejas. “Mi mamá pidió una cita en junio del año pasado por unas bacterias en las piernas, pero esa consulta se la vinieron a dar en abril”, explicó Rosario.
Agregó que es difícil tener el servicio, pero una vez te la dan “el trato de los médicos aquí es excelente para todas las precariedades con las que trabajan”.
Jaquelín Álvarez, residente en La Zurza, contó con más suerte, ya que fue el pasado lunes en busca de consulta para fisiatría y en cuatro días regresó al Hospital Francisco Moscoso Puello a recibir su terapia física para tratar su hernia en la columna.
Dijo que allí en el espacio donde recibe la terapia hace falta un acondicionador de aire porque está “muy caliente ahí”, mientras que la sala de espera para la terapia sí está a una buena temperatura.
Tiempo de espera
“Vengo desde San Cristóbal a las 10:00 de la mañana, pero las consultas inician a las 4:00 de la tarde”, aseguró una madre que va con frecuencia a consultas en el Hospital Infantil Robert Reid Cabral.
Expresó que el servicio es bueno y la niña le ha mejorado bastante, pero se queja de tener que llegar con seis horas de antelación para el proceso de facturación y tomar el turno correspondiente.
Ana Lucía, residente en Los Alcarrizos, asistió el jueves como cada mes con su hija a la consulta de pediatría en el Hospital Vinicio Calventi, donde esperó desde las 7:00 de la mañana, pero la doctora empezó a atender alrededor de las 10:00 de la mañana.
Exclamó que después de tres horas no sabía siquiera detrás de quién iba, porque no disponen de una lista o un orden claro para aprovechar su turno.
Pacientes accidentados
En este hospital de Los Alcarrizos, que diariamente reciben pacientes por accidentes de tránsito, sobre todo de motocicletas, son atendidas más de 400 consultas cada día.
¿Por qué tardan?
La doctora Yocasta Lara, directora de Hospitales del Servicio Nacional de Salud , explicó a EL DÍA que el tiempo para las citas en centros de la Red Pública dependerá de la patología, la demanda (cantidad de pacientes) y el nivel de complejidad del centro donde se solicita, así como de la elección del paciente.
El director del Hospital Vinicio Calventi, José Alfaro, detalló que hay especialidades, como las de otorrinolaringología, neurocirugía o cirugía pediátrica, en las que se puede durar más para obtener una cita, porque algunos especialistas van, por ejemplo, un día a dar consultas y el otro para las intervenciones a los pacientes.
Lara manifestó que muchas veces se refiere el paciente a un médico de la especialidad que necesita, pero prefiere otro galeno en específico.
Gestión de citas
La Red Pública cuenta también con el Sistema de Gestión de Citas Médicas, mediante el cual, a través de *753, en cinco de los hospitales de mayor demanda se pueden agendar citas para consultas.
Estos hospitales son el Infantil Robert Reid Cabral y Ciudad Juan Bosch, en Santo Domingo; Alejandro Cabral, San Juan; Ángel Contreras, en Monte Plata, y Ricardo Limardo en Puerto Plata.