“La ausencia paterna es suplida por la excelencia de la mujer dominicana”, dice Monseñor Masalles
Monseñor Víctor Masalles, obispo de la arquidiócesis de Baní, encabezó este domingo la misa por el Día de los Padres en el cementerio Puerta del Cielo y manifestó previo a su ponencia que en el país hay que felicitar más a las madres porque muchas veces son las que cumplen el rol de padres y madres.
“Está tan desarticulada la familia que más hay que felicitar a las mujeres que al papá a veces. El Día del Padre hay que felicitar a la mujer, porque la ausencia del padre ha sido suplida por esa excelencia de la mujer dominicana que ha tenido muchas veces que hacer de papá y mamá”, expresó Masalles.
Asimismo, manifestó que en la sociedad hay una carencia paternal en la que el padre no tiene un rol activo dentro de su familia.
“Necesitamos más padres de familia, que no dejemos a la mamá ser papá y mamá, ese es el gran dilema de la familia”.
También puntualizó en que celebrar el Día del padre es complicado por las mismas razones que van ligadas a la disfuncionalidad qué hay con la figura paterna, si no es un padre ausente, tiene varias familias simultáneas.
También resaltó la carencia de valores en la sociedad e indicó que esa falta de valores se reflejaba incluso en el cine.
“Sin familia no hay valores” manifestó. También indicó que la familia dominica requiere de políticas que la refuercen.
Por último, contó que en su caso tuvo un padre presente y que siempre lo recuerda con ese amor e intensidad, y aseguró que todo el
Que tuvo un padre así no lo olvidara y por eso había tantas personas en el camposanto honrando a sus padres.
MISA PARA LOS PADRES
En la homilía, monseñor Masalles destacó la importancia del rol de un padre como ejemplo ante su familia y ante la sociedad.
Enfatizó que el padre es “corresponsable” de la crianza de sus hijos con una relación afectuosa e incondicional, más allá de lo que provee económicamente.
En la actividad de homenaje a los padres se dio un espacio al tradicional acto de siembra de robles, que lleva por título, ‘Mi Papá es un Roble*, donde se destaca que nada representa más a un padre que un roble poderoso.
“En el transcurrir de la historia, sin importar tiempo o lugar, el roble es sinónimo de fuerza, de robustez y resistencia. En latín se expresa con la palabra: robur, refiriéndose a su simbolismo de fuerza física y moral”.