La protección ambiental, un compromiso de la colectividad
Santo Domingo.-El reclamo en cuanto al cuidado del medio ambiente y los recursos naturales es generalizado. Cada quien añora vivir “en un remanso de paz”, bajo la sombra de frondosos árboles, respirando aire puro, disfrutando de abundante agua limpia, lejos de los desechos sólidos y del bullicio.
Sin embargo, la ciudadanía en su cotidianidad olvida el compromiso de llevar la basura al lugar indicado, de no cortar los árboles; y cuando está en un partido de basketball, rindiendo culto en una iglesia pequeña o conduciendo un vehículo sin mofle o silenciador, crea ruidos estrepitosos y se olvida que está provocando daños ambientales en detrimento de sí mismo.
Celebración mundial
En el Día Mundial del Medio Ambiente, este 5 de junio, defensores de los recursos naturales ponen de relieve la necesidad de un cambio de cultura que se traduzca en una mayor protección al planeta, sustento de vida.
Luis Carvajal, biólogo y reconocido defensor de los recursos naturales, asegura que para el movimiento ambiental de la República Dominicana el nivel primario de interpelación para las autoridades y la sociedad es un reclamo para que el Gobierno, los empresarios y el colectivo se sometan a la legalidad ambiental.
“Más del 95 por ciento de las problemáticas ambientales que existen en el país se solucionarían si hubiera un respeto a las leyes, como es el que se apruebe la ley de agua, se cumpla y corrijan las distorsiones de la Ley de Ordenamiento Territorial y la Ley de Residuos Sólidos, además de crear una legislación minera adaptada a la ecología de la isla, distinta a la de los grandes continentes”, refirió Carvajal.
Para el catedrático de la Universidad Autónoms de Santo Domingo y miembro de la Academia de Ciencias de la República Dominicana, lo más importante es que el Gobierno asuma la legalidad que debe administrar, como también las empresas y que la colectividad nacional asuma con responsabilidad la cuota que le corresponde en cuanto a la protección de los recursos naturales.
Detractores recursos
Paradójicamente, las grandes empresas que promueven el desarrollo turístico en el país, lo primero que hacen cuando crean sus instalaciones es afectar los humedales, empoderarse de las playas y del acceso al que tienen los ciudadanos al litoral.
De acuerdo con Luis Carvaljar, las autoridades otorgan permisos o inician proyectos que por ser estatales entienden que no requieren de la normativa. “Hay proyectos en Montecristi y muchísimos lugares del país, entonces una prisa y urgencia te cambia las pautas o reglamentos”, puntualiza.
Cumplimiento de la ley
“Para nosotros un primer nivel de aseguramiento es acogernos a la Ley 64-00, porque no es verdad que tú vas a tener siembra de aguacate en una zona productora de agua por la jerarquía que le da la Constitución y las leyes a este recurso”, refiere.
Igual afirma, que no se estuviera hablando de la presa de cola en el río Cuance, en Yamasá, en la provincia de Monte Plata.
Por la fragilidad en el cumplimiento de las leyes, Carvajal afirma que el cinturón verde de la ciudad hoy no es “ni una hebillita o correíta verde” de lo que se estableció y esta prácticamente destruido en franca violación a la ley con los ojos cerrados de los ayuntamientos y la indiferencia del Gobierno central.
La red de organizaciones ambientales que incluye instituciones como la Academia de Ciencias de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), grupos barriales, iglesias y otros sectores del país, que entienden que mientras se incumplan las leyes no es posible cambiar.
Asegura que las violaciones se dan en todos los niveles, desde un taller de mecánica hasta una ebanistería que contamina una vecindad, y eso se debe revertir.
Los ambientalistas exigen mayor responsabilidad y compromiso en la protección de los recursos natuales en el país.