Miles de familias se acuestan sin cenar y sin comer bien en San Juan 

San Juan, vive una peligrosa descampesinización, un trepidante proceso de urbanismo, un desempleo que afecta a casi tres cuartas partes de la población económicamente activa, la migración del ocho por ciento de la población en las últimas dos décadas y una lacerante pobreza que flagela el 63% de los comarcanos.En la provincia de San Juan cunde la desilusión.  Más concretamente, hay una crisis de entusiasmo e inspiración, porque el aparato productivo está diezmado, especialmente la agricultura, motor del desarrollo local.Penosamente, la provincia que tuvo un presidente hasta hace unos días, llamado Danilo Medina, que no hizo nada importante por ella,  figura dentro de las diez demarcaciones con mayores niveles de pobreza, a pesar de su potencial agropecuario y ecoturístico.  Los datos de la pobreza en San Juan son desalentadores: hay 40,776 hogares pobres, equivalentes al 70.4 % y de esos, 16,900 hogares viven en condición de pobreza extrema o crítica, equivalentes a un 29.2%.Los sanjuaneros y sus líderes no han sido lo suficientemente creativos para recomponer la diezmada agropecuaria o haber promovido iniciativas salvadoras de agroindustrialización, de producción bajo ambiente controlado  o un plan de desarrollo ecoturístico, que mejore la economía y combata el desempleo que se empina en un 73 %.En la contemporaneidad, el liderazgo sanjuanero se caracteriza por su dispersión, desenfoque e individualismo.  Los que tienen algún liderazgo en la provincia sureña se observan distantes, apáticos y desentendidos de la realidad de pobreza y marginalidad de San Juan.Cinco días después de instalado en el poder en el año 2012, el Presidente Medina visitó su natal San Juan de la Maguana y prometió ejecutar un Plan de Reconversión Agrícola del valle.  Fue, despidiendo su primera gestión, específicamente el 28 de abril del 2016, cuando el mandatario volvió a visitar la urbe sureña  para lanzar el proyecto. Sin embargo, todo se quedò en promesa, como la carretera San Juan-Cibao.

Hay que colegir que la reconversión agrícola del Valle de San Juan es una gran poesía, una inverosímil promesa por carecer de las estructuras de asociatividad local en qué anclarla.Una urgencia  local es construir una agenda de desarrollo estratégico que defina las prioridades en el corto, mediano y largo plazos, porque la pobreza, el desempleo y la ralentización social agobian a toda la provincia, sin que  se hayan coordinado y/o acometido las acciones remediales oportunas.No es solo identificar las obras de infraestructura, sino también los proyectos de iniciativa privada para agregarle valor a la producción agrícola, a través de las agroindustrias, más el fomento del turismo (ecológico e histórico), todo enfocado para crear empleos para los desocupados, en especial los jóvenes.