Se revelan las causas que provocaron suicidio de coronel de la Policía

Tras detectarse serias irregularidades en la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (DIGESETT), el entonces encargado de Recursos Humanos de ese organismo, coronel Leonardo Batista Gutiérrez, entró en pánico, sufrió un ataque depresivo, e incluso, tuvo que ser enviado a su casa.

Se dijo que en ese momento se hablaba de un alegado desfalco de millones de pesos en la DIGESETT, responsabilizando del mismo al director de ese organismo y a sus principales gerentes, entre ellos Recursos Humanos.

Al entrar en depresión, el coronel Batista Gutiérrez fue despachado a su casa, por unos días, por su jefe inmediato, el entonces director de la DIGESETT, Ramón A. Guzmán Peralta, quien designó en su lugar, interinamente, al teniente coronel Ortiz.

Días después, Batista Gutiérrez regresó a sus funciones, pero constantemente era observado por parientes y compañeros de trabajo.

Esta versión fue narrada por el propio oficial a un “viejo” amigo, coronel de la Policía, a quien le confesó su preocupación por los resultados de la auditoría hecha en la DIGESETT.

A ese amigo, Batista Gutiérrez le confesó que tras reintegrarse a sus funciones como gerente de Recurso Humano de la DIGESETT, se reunió con el director de ese organismo, general Guzmán Peralta.

En esa reunión, agrega el informante, Guzmán Peralta le prometió que si el presidente Luis Abinader cumplía con su promesa y lo hacía jefe de la Policía, lo haría general y lo designaría director de Recursos Humanos de la Policía Nacional.

Además, le sugirió no hacerle caso a ninguna auditoría, porque el presidente Abinader no le daba importancia a la misma, y que el coronel que hizo esa auditoría, sería puesto en retiro.

Con esta promesa, Batista Gutiérrez vio la oportunidad de hacer realidad su sueño, de convertirse en general de la Policía y ser director de Recursos Humanos de la institución, organismo donde laboró por años.

El hoy fenecido coronel policial le confesó a su amigo que, desde hacía tiempo se estaba preparando para ser director de Recursos Humanos de la Policía, haciendo, incluso, una maestría.

Incluso, al momento de anunciarse la designación de Guzmán Peralta como director general de la Policía Nacional, Batista Gutiérrez llamó a su amigo y le expresó, muy emocionado, que llegó su momento de ser director de Recursos Humanos de la Policía, y que ese veterano coronel, sería su asesor y asistente personal.

Empero, días después, tras Guzmán Peralta asumir sus funciones, Batista Gutiérrez, ni fue ascendido a general ni fue designado director de Recursos Humanos, sino subdirector.

Esto, de acuerdo a lo que reveló ese coronel, provocó que Batista Gutiérrez entrara de nuevo en depresión y no pudiera asumir sus nuevas funciones, siendo, incluso, desarmado y constantemente vigilado.

“Él (Batista Gutiérrez) me decía que se sentía engañado, pero además, temía caer preso por las irregularidades detectadas en la DIGESETT, donde él, únicamente cumplía órdenes”, señaló el oficial.

Agregó que cada vez que hablaba con Batista Gutiérrez, lo sentía más depresivo y que en numerosas ocasiones le aconsejó que se mantuviera tranquilo.

Empero, el martes, estando en casa de sus padres, en la sección Las Cabuyas, del municipio La Vega, Batista Gutiérrez se pegó un tiro en la cabeza, falleciendo horas más tarde, en un centro médico de La Vega.

Para quitarse la vida, el hoy fenecido oficial superior habría utilizado el arma de reglamento de su chofer, un alistado de la Policía, que tenía su pistola en la gaveta del vehículo, según trascendió.

De acuerdo con el oficial, amigo de Batista Gutiérrez, cuando éste intentó suicidarse, su padre lo recogió, lo llevó rápidamente a un centro médico, donde llegó vivo, pero falleció horas después.

Aclaró que Batista Gutiérrez, en ningún momento llegó a recibir ninguna citación de la Procuraduría General de la República sobre las irregularidades que habrían sido detectadas en la DIGESETT.