El sacerdote agredido por fuerzas de la Barrick Gold se une a marcha comunitaria en Cotuí
Cotuí, República Dominicana. En un emotivo acto de solidaridad, el sacerdote que días atrás fuera víctima de agresiones por parte de las fuerzas policiales y militares vinculadas a la Barrick Gold participó en una marcha organizada por la comunidad de Cotuí, lugar donde ocurrieron los incidentes. La movilización reunió a ciudadanos de distintas provincias en defensa de los derechos de las comunidades afectadas por la minería.
Durante su intervención, el sacerdote expresó su agradecimiento y firme compromiso con la lucha de los habitantes de Cotuí. “Gracias a Dios, estamos bien, con salud y con más ánimo para continuar apoyando a la comunidad en este proceso. La iglesia siempre apuesta por el diálogo y la mediación, buscando que las partes se encuentren y que se haga justicia. Nuestra misión es velar por los derechos de las personas y trabajar por la unidad”, afirmó.
El religioso destacó la importancia de esta marcha, calificándola como una causa nacional que ha logrado sensibilizar a personas de diferentes partes del país, incluyendo Santiago, San Juan, La Vega, San Francisco de Macorís y Bonao. “Este es un movimiento del pueblo dominicano. Las luchas que se ganan a favor de una comunidad son luchas para todo el país, porque sientan bases históricas y fortalecen la justicia social”, agregó.
Asimismo, el sacerdote hizo un llamado a la solidaridad y al perdón, enfatizando que, aunque el camino sea difícil, es fundamental mantener la unidad y la verdad como pilares para superar las adversidades. “La unidad y la solidaridad son esenciales. Cada acción, por pequeña que parezca, suma a esta causa que no solo pertenece a Cotuí, sino al país entero”, concluyó.
La marcha contó con una notable participación de ciudadanos y líderes sociales que exigen respeto a los derechos humanos, justicia y un manejo más responsable de los recursos naturales, reiterando su oposición a las prácticas que afectan el bienestar de las comunidades locales.
