¿Cómo reacciona el cuerpo ante las altas temperaturas?
CODIGO TV. Se denomina como ola de calor a un calentamiento importante del aire o una invasión de aire muy cálido sobre una zona extensa, puede contar con una duración de unos días a semanas. Las temperaturas alcanzadas durante una ola de calor se sitúan dentro de los valores máximos extremos.
Según la Agencia Estatal de Meteorología de España, se considera ola de calor cuando durante tres días consecutivos en un mínimo del 10% de las estaciones consideradas se registran temperaturas superiores a un umbral determinado. El umbral de temperatura es el que corresponde al 95% de una serie de temperaturas máximas diarias de los meses de julio y agosto del periodo 1981-2010.
Estas temperaturas extremas tienen efectos significativos en los seres humanos, por ende, hay que tener mucha precaución con padecimientos que se pueden desencadenar a raíz de las mismas.
¿Cómo reacciona el cuerpo a las altas temperaturas?
Conforme suben las temperaturas, el cuerpo reacciona intentando adaptarse al calor. Es decir, activa unos determinados mecanismos para regular el termostato interno y mantener la temperatura dentro de límites aceptables. En el caso de una persona sana, la temperatura corporal estándar ronda los 37 grados. Algo que puede variar aproximadamente 1 grado durante el día, dependiendo de factores como, por ejemplo, el nivel de actividad física realizada.
El cuerpo trabaja para equilibrar el calor. Para ello el primer paso es el aumento de la frecuencia cardíaca, lo que permite bombear más sangre hacia la piel y las extremidades. Ahí ocurre una mayor producción de sudor, mecanismo del cuerpo para enfriarse. De esta manera el cuerpo empieza a trabajar para evitar el colapso por la subida de las temperaturas.
Durante este periodo aumentan los riesgos de deshidratación, a causa de la exposición solar, insolación, golpe de calor y quemaduras cutáneas. También, incrementan las enfermedades gastrointestinales, debido a la ingesta de alimentos y bebidas que, por las elevadas temperaturas, tienden a descomponerse más rápido. Los médicos recomiendan ingerir alimentos frescos y bien cocinados, sobre todo los productos del mar, evitar consumirlos crudos.
Como medida higiénica, recomiendan lavarse las manos después de usar el baño y antes de preparar alimentos.
Otras recomendaciones son evitar la exposición directa a los rayos solares por un largo tiempo, utilizar protectores solares, sombrillas, gorras, vestir con ropa holgada y, lo más importante, mantenerse hidratado.
Efectos de un golpe de calor
Al llegar al punto en que el cuerpo se ve expuesto a un calor extremo, llegando a rondar los 40 grados de temperatura interna, la persona puede sufrir un golpe de calor. Este se caracteriza por dos principales síntomas: aumento de la temperatura corporal (hipertermia) por un lado y afectaciones al sistema nervioso central por el otro.
Algunos de los síntomas característicos de los golpes de calor son fatiga, debilidad, confusión, dolores de cabeza, náuseas, vómitos, ansiedad, mareos, taquicardia y somnolencia. En algunos casos, aunque menos frecuentes, también se produce ictericia (piel amarillenta), sensibilidad muscular, hipotensión, hemorragias gastrointestinales, moretones y sangrados de piel. En casos extremos, estos síntomas pueden desembocar en la pérdida de consciencia (desmayo), fallo multiorgánico y la muerte.
Víctimas potenciales
Según apuntan los expertos, aunque los golpes de calor pueden afectar a cualquiera, existen dos perfiles que se ven más expuestos a padecer los efectos de la subida de las temperaturas. Por un lado, personas sedentarias, mayores o con debilidades y expuestas durante días a condiciones de calor extremo. En segundo lugar, personas activas físicamente expuestas de manera puntual a situaciones de calor extremo a raíz de un excesivo esfuerzo o actividad física.
Aunque en algunos casos los golpes de calor pueden quedar en un susto, para algunos colectivos los efectos de la subida de temperaturas pueden resultar mortales. Personas de avanzada edad, pacientes bajo medicación o individuos expuestos a entornos excesivamente calientes pueden fallecer debido al aumento de temperaturas propiciado por las olas de calor.