Elvira y Rina, dos dominicanas sobrevivientes al cáncer cérvico uterino
A final del año 2017, Rina Ramírez acudió a un chequeo médico en la Maternidad de Los Mina por unas secreciones vaginales anormales en forma de orina. Ahí fue referida a un médico oncólogo.
Recuerda que fue una situación muy difícil porque estaba desempleada y necesitaba hacerse un papanicolau, sonografía, tomografía y una biopsia. Estos estudios confirmaron lo que tanto temía: era una paciente afectada de un cáncer cérvico uterino.
“Después de los estudios, me operaron para extrarme el útero y luego la radioterapia. Ahora me mantengo visitando al Oncológico cada seis meses”, dijo la mujer de 45 años.
De su lado, Elvira Perdomo, de 56 años, madre soltera de dos hijos, dice que hasta 2018 se sintió bien, pero, en 2019 le llegó el periodo menstrual y durante un mes no se le quitó.
Procedió a hacerse todos los estudios, y al igual que Rina, le diagnosticaron cáncer del cuello uterino.
“Yo mantuve mi fe. Hubo un tiempo en el que me caí y me deprimí. El Señor me libró. Mis vecinos, mi familia fueron mi apoyo”, narró.
Perdomo no requirió una histerectomía como sucedió con Rina, porque tenía más probabilidades de metástasis si le sacaban el útero. Con el tratamiento recibido en Radonic y el Instituto Nacional del Cáncer Rosa Emilia Sánchez Pérez de Tavares (Incart) fue suficiente para salvarle la vida.
Elvira sintió tanta curiosidad por su enfermedad y los procesos curativos, que terminó estudiando para convertirse en auxiliar de enfermería.
“Le exhorto a las mujeres que se cuiden y que vayan a tiempo a su médico”, dijo la sobreviviente al cáncer.
De acuerdo a la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC), en República Dominicana mueren 1,074 mujeres al año a causa de este cáncer. Es el tercer cáncer más frecuente en mujeres de América Latina y el segundo en mujeres dominicanas.
El viceministro de Salud Colectiva, Eladio Pérez, dijo que, a nivel mundial, se considera que el 80 % de las personas sexualmente activas se infectan con el Virus del Papiloma Humano (VPH) en el transcurso de su vida y el 10 % de las mujeres que se infectan, pueden desarrollar cáncer de cuello uterino.
El cáncer cérvico uterino se puede curar siempre y cuando sea diagnosticado en etapas iniciales, razón por la cual es tan importante mantener un control ginecológico regular.
Pérez consideró oportuno promover acciones efectivas de prevención y diagnóstico oportuno, en ocasión de conmemorarse hoy, 26 de marzo, el Día de Prevención del Cáncer Cérvico Uterino.
“Es importante asegurar intervenciones integrales que incluyan vacunación, papanicolau y pruebas de detección del VPH, así como tratamientos a lesiones precancerosas, para evitar nuevos casos y muertes por esa enfermedad”, indicó Pérez.
A nivel mundial, en el año 2020, aproximadamente 604 mil mujeres fueron diagnosticadas con cáncer de cuello uterino y alrededor de 342 mil murieron a causa de la enfermedad.
El viceministro recalcó “que es uno de los pocos cánceres que se cura con una detección temprana”.