Es posible regenerar el cartílago en la edad adulta?

El cartílago tiene una función principal y específica en nuestro cuerpo: proteger las articulaciones y los huesos de impactos, golpes y fricciones. De hecho, dolencias como la artrosis o la condromalacia son más comunes de lo que nos gustaría. Estas enfermedades de base reumática tienen su origen en un desgaste del cartílago, que no siempre es tan fácil de regenerar como nos gustaría. El cartílago se puede dañar por el envejecimiento, la práctica deportiva incorrecta o una alimentación insuficiente.

Obviamente es imposible frenar el paso del tiempo, todos envejecemos. Pero sí podemos cuidar nuestro cuerpo para llegar a la edad adulta lo más sanos posibles.

Si lo que te preocupan son los cartílagos, debes llevar un estilo de vida saludable, prevenir el sobrepeso o la obesidad y disfrutar de una vida activa para que tus huesos no sufran. En este sentido, el deporte es muy beneficioso, pero debemos tener cuidado con las lesiones y el tipo de ejercicio que practicamos según nuestras características personales o el historial clínico. Por ejemplo, si sueles tener problemas de rodilla, evita los deportes de impacto (como el running, el pádel o el baloncesto) y escoge aquellos que sean más cuidadosos con las articulaciones, como la natación o el yoga.

Además, la alimentación también nos puede ayudar a cuidar del cartílago. Mantenernos bien hidratados y tomar alimentos ricos en vitaminas A, C y D, fósforo, magnesio y lisina es clave para proteger el cartílago de forma natural e impedir que se desgaste. Además, favorecen la nutrición del hueso, el metabolismo óseo y su mantenimiento.

Regenerar el cartílago es bastante complicado, pero existen varias opciones para preservar su estado de salud.

Los suplementos a base de colágeno suelen ser efectivos por el hecho de que el propio cartílago ya contiene colágeno.

También la alimentación puede ser de gran ayuda. Entre los alimentos que podemos incluir en nuestra dieta, pues son ricos en los nutrientes antes expuestos, encontramos la zanahoria (1346 ug de vitamina A por cada 100 gramos de producto), el pimiento rojo (152 mg de vitamina C por una porción de 100 gramos), el atún a la plancha (25 ug de vitamina D por cada 100 gramos) y las pipas de calabaza, pues contienen un alto aporte de fósforo (1233 mg/100 gramos) y magnesio (592 mg/100 gramos).

Existe otro aminoácido que nos ayuda a absorber el calcio y producir colágeno: la lisina. Esta la encontramos en las legumbres, el bacalao, las carnes rojas, los huevos, la gelatina y la soja.

Si nada de esto funciona, existe un procedimiento mediante el cual los médicos han logrado regenerar el tejido cartilaginoso dañado: extraer células madre de la médula. Por supuesto, este tipo de métodos deben ser propuestos por un especialista y recordar que, en este caso, el mejor tratamiento es siempre la prevención.