HOMS realiza cirugía cerebral en un paciente despierto
Santiago.— El Hospital Metropolitano de Santiago (HOMS) realizó por primera vez en sus instalaciones una cirugía de tumor cerebral con un paciente despierto, lo que evidencia que la medicina neurológica dominicana está a la vanguardia de los países desarrollados.
La aplicación de esta técnica especializada y compleja destaca el compromiso del HOMS de proporcionar soluciones que garantizan el bienestar y la seguridad de la población.
El procedimiento fue liderado por el neurocirujano, doctor Francisco Matos Ureña, quien resalta que la resección tiene múltiples beneficios para el paciente, ya que estos requieren menos extracción de hueso y limitan la lesión del tejido cerebral circundante, lo que reduce significativamente el impacto en su calidad de vida.
“Antes de la operación, el paciente fue sometido a un proceso riguroso de evaluación psicológica, neuropsicológica, neurofisiología, múltiples entrevistas con el equipo de neurocirugía y anestesia, donde se le explicó el paso a paso del procedimiento”, dice el doctor Matos Ureña.
El paciente, de 36 años, diagnosticado de un tumor cerebral (en área elocuente del habla, compresión y movimientos), tuvo que ser intervenido mientras permanecía consciente, a fin de ser monitoreado en tiempo real de sus funciones cognitivas, asegurando la preservación de las capacidades esenciales durante la extracción del tumor.
Esta cirugía es utilizada para tratar ciertas enfermedades neurológicas, como algunos tumores o crisis epilépticas.
“El objetivo de mantener al paciente despierto es debido a que existen casos donde la ubicación del tumor se encuentra en una zona elocuente del cerebro relacionado con el habla y la comprensión, y cerca de áreas de función motora, por lo que el cirujano debe asegurarse de que no pierda esta habilidad manteniéndolo despierto y en correcto funcionamiento de sus habilidades”, explica el doctor Matos Ureña.
Este innovador procedimiento, realizado junto a un equipo de expertos, ha marcado un avance significativo en la historia de la neurocirugía del hospital, debido a que el enfoque tradicional, con el paciente dormido, corre un mayor riesgo de que pierda sus habilidades motoras porque el cirujano realiza una resección del tumor a ciegas, sin ver en tiempo real el efecto que tiene dicha intervención.