La razón por la que nunca hay que lavar el pollo antes de cocinarlo
La carne de pollo es una de las mejores opciones en cualquier dieta: es baja en grasa y en calorías, pero tiene altos niveles de proteínas, nutrientes y vitaminas, sin embargo, si no se tiene cuidado en su preparación puede ocasionar una intoxicación alimentaria ya que el pollo en crudo puede estar contaminado con bacterias como Campylobacter, Salmonella o Clostridium perfringens.
Para eliminar esa posible contaminación en muchas cocinas se opta por lavar el pollo, pero los expertos no recomiendan hacerlo y la razón es sencilla, durante el lavado, las posibles bacterias que tenga la carne se pueden propagar por la cocina y contaminar otros alimentos, utensilios o encimera.
Según un estudio realizado por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), una de cada siete personas que limpiaron el fregadero después de haber lavado el pollo todavía tenía microbios en el fregadero.
El Centro para el Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) explica que si elige lavar el pollo, hay que tomar una serie de precauciones.
En primer lugar, dejar que corra el agua suavemente sobre la carne para reducir las salpicaduras.
Inmediatamente después, lavar el fregadero y el área alrededor con agua jabonosa caliente y desinfectando completamente. Por último, lavarse bien las manos.