No hay una obesidad, hay obesidades: Los retos para transformar su abordaje
Catorce sociedades médicas se han unido para pedir un pacto de Estado contra la obesidad y transformar su abordaje desde la calidad y la personalización. Para ello han consensuado una guía de recomendaciones y retos que pone el foco en las causas del problema y no estigmatiza al paciente. “No hay una obesidad, hay obesidades”, aseguran los expertos en el Día Mundial de la Obesidad.
La “Guía Giro para el manejo integral y multidisciplinar de la obesidad en personas adultas” cuenta con la colaboración y aval de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) y de otras trece, como las de Endocrinología y Nutrición, Medicina Interna o las de Atención Primaria, que proponen más de un centenar de retos contra la obesidad.
Uno de cada 5 adultos en España tiene obesidad y más de la mitad de la población adulta tiene exceso de peso, mientras que 1 de cada 10 niños y adolescentes sufre obesidad y un tercio, exceso de peso, según el estudio ENE-COVID, coordinado por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII).
Estas sociedades médicas piden un pacto de Estado contra la obesidad centrado en cuatro retos: preventivo, diagnóstico, terapéutico y de seguimiento.
Introducir la medicina personalizada en el manejo de la obesidad, es decir, tratar al paciente de manera individualizada, es uno de los objetivos contra esta enfermedad compleja y crónica, como también lo es el tratamiento multidisciplinar, que no se centre solo en la dieta y el peso, sino que promueva un cambio de estilo de vida y aborde los aspectos psicológicos, entre otros.
“Durante mucho tiempo, hemos considerado que las personas que viven con obesidad carecen de voluntad y autodisciplina, que están desmotivadas para mejorar su salud y que son incumplidoras de un tratamiento médico limitado a dieta y ejercicio”, apunta la guía con el fin de revertir ese concepto.
“Tú no escoges la obesidad, la obesidad te escoge a ti”, señalan los expertos quienes alertan de una sociedad “profundamente obesogénica” que favorece un estilo de vida sedentario y dietas poco saludables.
7 retos para abordar la obesidad
Estos son los principales asuntos para transformar la atención de la obesidad, una enfermedad crónica y extremadamente compleja en sus orígenes, y con múltiples factores contribuyentes.
• Fomentar iniciativas que permitan mejorar la comprensión y el conocimiento sobre las causas que generan la obesidad, tanto los factores biológicos como los socioeconómicos y ambientales.
• Impulsar la erradicación de los prejuicios y estigmas frente a la obesidad mediante programas educativos a todos los niveles para fomentar el cambio, concienciando a profesionales sanitarios y la población general por igual sobre la gravedad de esta patología y su compleja etiología.
• Promover un diagnóstico de la obesidad basado en medidas de la composición corporal y de fuerza y función muscular pero también de identificación de factores causantes y contribuyentes, y posibles complicaciones y comorbilidades. Ir mucho más allá del enfoque tradicional y simplista basado únicamente en el Indice de Masa Corporal (IMC).
• Implementar el uso de sistemas de clasificación de la obesidad ya que permiten orientar las decisiones clínicas a partir de la evaluación global de las personas que viven con obesidad, independientemente del IMC.
• Adoptar un enfoque integral de manejo, que englobe desde los equipos multidisciplinares de atención primaria a las unidades de obesidad hospitalarias, para ofrecer así el tratamiento más adecuado en cada paciente, teniendo siempre en cuenta las situaciones especiales respecto a su género, edad y posibles patologías concomitantes.
• Recomendar un enfoque terapéutico no centrado únicamente en la dieta y el peso, con el objetivo de promover cambios en el estilo de vida, los aspectos psicológicos (bienestar general, percepción de la imagen corporal), los parámetros cardiovasculares, la composición corporal el peso, la actividad física, el ejercicio terapéutico y la alimentación consciente. Los nuevos conocimientos sobre la regulación del apetito y la fisiopatología de la obesidad han abierto nuevas vías para el tratamiento de esta enfermedad crónica.
• Acabar con la inequidad que supone la falta de financiación pública del tratamiento farmacológico de la obesidad y facilitar los recursos necesarios para posibilitar el tratamiento con cirugía bariátrica, que solo llega al 2 % de la población, a aquellos pacientes en los que se encuentre indicada.