Serán los robots que utilicen el bisturí que le pertenecía al cirujano
Los robots han estado presentes en la sala de operaciones desde los años ochenta para cosas como sujetar las extremidades de un paciente en su sitio, y más tarde para la cirugía laparoscópica, en la que los cirujanos pueden utilizar brazos robóticos con mando a distancia para operar en el cuerpo humano a través de pequeños agujeros en lugar de enormes cortes.
Pero, en su mayor parte, estos robots han sido, en esencia, solo versiones muy rebuscadas de los bisturíes y fórceps que los cirujanos han estado utilizando durante siglos —increíblemente sofisticados, sin duda, y capaces de operar con una precisión increíble, pero siguen siendo herramientas en manos del cirujano.
A pesar de los muchos retos, ha habido progreso. Hoy, cinco años después del anuncio de aquel premio, los ingenieros están dando pasos hacia la construcción de máquinas independientes que no solo pueden cortar o suturar, sino también planificar esos cortes, improvisar y adaptarse.
Los investigadores están mejorando la capacidad de la máquina para navegar por las complejidades del cuerpo humano y coordinarse con los médicos humanos. Pero el cirujano robótico verdaderamente autónomo que los militares pueden imaginar —tal como los vehículos verdaderamente sin conductor— puede estar todavía muy lejos.
Y su mayor reto puede no ser tecnológico, sino convencer a la gente de que está bien utilizarlos.