Tamarindo fruta que hay que consumir para prevenir la retención de líquidos
BARAHONA: Para mantener una vida sana, los expertos recomiendan llevar un equilibrio entre el tiempo de descanso, el ejercicio físico y una alimentación balanceada, que incluya una gran variedad de nutrientes y componentes necesarios para el organismo.
Entre los alimentos aconsejados por los expertos para sumar a la rutina existe una fruta que pocos tienen en cuenta y que es clave, en especial, para aquellos que sufren retención de líquidos e hígado graso.
Es importante destacar que el hígado graso no alcohólico (HGNA) afecta a un 25% de la población global. Clínicamente, se denomina esteatosis y se refiere al conjunto de condiciones clínicas, desde la presencia de grasa en el tejido hasta el desarrollo inflamatorio conocido como esteatohepatisis. Según los expertos, la enfermedad prevalece en pacientes con sobrepeso, obesidad y diabetes tipo 2.
“La prevalencia de hígado graso no alcohólico alcanza proporciones epidémicas y aproximadamente entre el 20 y 30% de los adultos de la población general la padecen. Esta cifra aumenta entre un 70 y 90% en aquellos individuos con obesidad o diabetes”, revelaron en la Fundación Favaloro.
La retención de líquidos, por su parte, según detalla Mayo Clinic, es la acumulación de líquidos en los diversos tejidos del cuerpo. Las zonas más afectadas pueden ser pies, tobillos y las piernas, pero en general afecta a todo el cuerpo.
Hay ciertas maneras de prevenir estas enfermedades, como una buena alimentación. Para colaborar con eso, existe una fruta en particular, rica en nutrientes; se trata del tamarindo, originaria de África, pero también presente en India y Pakistán.
Es importante resaltar la importancia de buscar orientación de un médico o un nutricionista antes de realizar cualquier modificación en los hábitos alimenticios.
Según explican en Cuerpo Mente, una revista especializada en alimentación, esta fruta tiene amplios fines medicinales, puesto que contienen ácido hidroxicítrico, un compuesto que bloquea de forma parcial la síntesis de los ácidos grasos, inhibiendo la acción de la ATP (el trifosfato de adenosina, la molécula donde se almacena la energía y se distribuye a todas las células de nuestro organismo) y de los niveles de la enzima ATPcitratoliasa.
Así, disminuye la conversión de azúcares simples en grasas y promueve la neoglucogénesis hepática, lo cual puede inducir una sensación de saciedad en numerosas personas. Es relevante destacar que este proceso metabólico puede contribuir a controlar el apetito y a regular la ingesta calórica, que potencialmente puede beneficiar los esfuerzos por mantener un peso saludable.
Por otro lado, presenta un alto contenido en nutrientes y vitaminas C, K, B, calcio, potasio y fósforo. A su vez, tiene efectos laxantes que pelean contra ciertos hongos y bacterias. Además, su pulpa concentra antioxidantes como los flavonoides y polifenoles, que ayudan con la protección de las células del hígado.
Como si eso fuera poco, posee potasio, un mineral que desempeña un papel fundamental en la regulación del equilibrio de líquidos en el cuerpo, lo que contribuye a mantener una hidratación adecuada y a prevenir la acumulación excesiva en los tejidos.