Un corazón que no se cansa: ¿El fin de la espera por trasplantes?

Un hombre australiano de 40 años hizo historia al convertirse en la primera persona en dejar el hospital con un corazón artificial de titanio, que lo mantuvo con vida durante 105 días mientras esperaba un trasplante. Este dispositivo, desarrollado por BiVACOR, utiliza un rotor magnético que bombea sangre sin desgastarse, evitando fricción y desgaste. Su tamaño compacto permite incluso adaptarse a niños.

El invento es obra del ingeniero biomédico Daniel Timms, quien lo desarrolló durante más de dos décadas. Aunque aún no está disponible comercialmente, su éxito en ensayos clínicos muestra un gran potencial para salvar millones de vidas en el futuro, especialmente considerando la limitada cantidad de trasplantes cardíacos disponibles anualmente.