Una mutación amenaza con desatar nuevo brote de zika, revela estudio
Expertos del Instituto de Inmunología de La Jolla en California y de la Universidad de Texas señalaron que el mundo debería vigilar la aparición de esta variante del zika
El virus del zika, que ya provocó una emergencia médica mundial en 2016, ahora es capaz de mutar para volverse más infeccioso y potencialmente romper la inmunidad preexistente, según una investigación publicada por la revista Cell Reports.
El grupo de investigadores del Instituto de Inmunología de La Jolla (LJI) en California y de la Universidad de Texas, a cargo de la investigación, señaló que el mundo debería vigilar la aparición de esta variante del zika. Los expertos dijeron que los hallazgos, aunque teóricos, eran interesantes y un recordatorio de que otros virus -además del covid-19- podrían representar una amenaza.
Este virus es transportado por mosquitos y los síntomas de la infección suelen ser leves en los adultos. Sin embargo, el virus puede infectar a un feto en desarrollo tras la picadura a una mujer embarazada, provocando defectos de nacimiento como la microcefalia.
El zika y el dengue coinciden en muchos países del mundo y ambos comparten muchas propiedades biológicas; de hecho, los virus son lo suficientemente similares como para que la respuesta inmunitaria provocada por la exposición previa al dengue pueda ofrecer protección contra el zika.
En las zonas en las que este último es frecuente, la gran mayoría de las personas ya han estado expuestas al virus del dengue y tienen células T y anticuerpos con reacción cruzada, apunta Sujan Shresta, del LJI.
Por desgracia, ambos virus también mutan con rapidez. «El dengue y el zika son virus de ARN, lo que significa que pueden cambiar su genoma«, señala Shresta en el comunicado y agrega: «Cuando hay tantos mosquitos y tantos huéspedes humanos, estos virus se mueven constantemente de un lado a otro y evolucionan».
Cómo ocurrió la mutación
Para estudiar la rápida evolución del zika, el equipo del LJI recreó ciclos de infección que cambiaban repetidamente entre células de mosquito y ratones
Los investigadores descubrieron que es relativamente fácil que el virus adquiera un único cambio de aminoácido que le permite hacer más copias de sí mismo y ayudar a que las infecciones se arraiguen más fácilmente.
Esta mutación (denominada NS2B I39V/I39T) aumenta la capacidad del virus para replicarse tanto en ratones como en mosquitos; esta variante del zika también mostró una mayor replicación en células humanas.
Esta única mutación es suficiente para aumentar la virulencia del virus del zika», afirma José Ángel Regla-Nava, primer autor del estudio, actualmente en la Universidad de Guadalajara, México.
Regla-Nava detalla que «una alta tasa de replicación en un mosquito o en un huésped humano podría aumentar la transmisión viral o la patogenicidad y causar un nuevo brote».
Shresta agrega que «la variante del zika identificada habría evolucionado hasta el punto de que la inmunidad de protección cruzada proporcionada por una infección previa de dengue ya no era eficaz en los ratones».
«Por desgracia para nosotros, si esta variante se hace prevalente, podríamos tener los mismos problemas en la vida real.
Para afrontar estos posibles cambios, el laboratorio de Shresta está buscando formas de adaptar las vacunas y los tratamientos contra el zika para contrarrestar esta «peligrosa mutación», además de continuar trabajando para comprender mejor cómo exactamente la mutación ayuda a que el zika se replique de forma más eficiente.
«Queremos entender en qué momento del ciclo de vida del virus esta mutación marca la diferencia», concluye Shresta.
Estas madres brasileñas tuvieron zika embarazadas: hoy cuidan a sus hijos con microcefalia
Estos nueve bebés nacieron con microcefalia, uno de los muchos problemas médicos que pueden ser causados por el síndrome de zika congénito. Ahora sus madres o parientes, que viven en Pernambuco (Brasil), deben lidiar con los retos que impone el cuidarlos. El fotógrafo de la agencia Associated Press, Felipe Dana, ha seguido a estos niños desde el hospital hasta sus cunas en casa, en sus escáneres cerebrales y durante la hora del baño.