Virólogo apela a la cooperación internacional para abordar futuras pandemias
Aunque en el caso de la gripe señala que tenemos antivirales que funcionan, el problema es que ahora mismo no hay disponibles para todo el mundo.
ESPAÑA.- El virólogo español Adolfo García-Sastre apela a la cooperación internacional para poder afrontar futuras pandemias, porque para hacerlo, afirma, no solo debemos tener antivirales y vacunas que se puedan usar «sino la capacidad de poderlas producir y distribuir de un modo relámpago» y de forma «más ágil y global».
García-Sastre, director del Instituto de Salud Global y Patógenos Emergentes en el hospital Monte Sinaí de Nueva York, ha participado en la ciudad de Valencia (este) en las séptimas Jornadas Seqirus de actualización de la gripe.
En una entrevista con EFE, García-Sastre señala que «no existe esa capacidad de distribuir con agilidad antivirales y vacunas en todo el mundo. Lo vemos con las vacunas de covid-19, hay sitios en el mundo donde todavía» no han podido llegar.
«En un mundo donde los países están enemistados unos con otros es muy difícil conseguir la cooperación internacional que se necesita para poder afrontar una pandemia del modo que se tiene que afrontar», afirma.
Según indica, es «el principal problema de las pandemias, que el virus es tan rápido que es muy difícil poner a punto para todo el mundo los remedios que existen, incluso si esos remedios se conocen».
A su juicio, «se tarda un tiempo en conocer a un virus» y eso da lugar que «no estemos preparados completamente ante una próxima pandemia a pesar de la experiencia que hemos tenido».
Considera que nos queda «bastante por aprender y por mejorar». «No sé si será posible poder hacerlo debido a la falta de cooperación internacional que existe. Estamos en un mundo en el que cada país tiene su punto de vista y no quiere colaborar con el resto», lamenta.
GRIPE, EL VIRUS PANDÉMICO POR EXCELENCIA
Adolfo García-Sastre señala que aunque la covid-19 ha acaparado toda la atención durante los últimos dos años, de las pandemias de coronavirus es la primera que conocemos que haya ocurrido, mientras que en el caso de la gripe, desde el 1900 ha causado cuatro pandemias y la de 1918 fue «mucho peor que la actual de covid-19».
«La gripe se reinventa a menudo de forma pandémica, lo cual supone que el virus, ahora mismo, sigue teniendo mayor riesgo de poder ocasionar pandemias, igual o incluso peores que la de covid-19», advierte.
Aunque en el caso de la gripe señala que tenemos antivirales que funcionan, el problema es que ahora mismo no hay disponibles para todo el mundo.
El riesgo de enfermedad severa cuando empezó la pandemia de covid-19 estaba en el 2 o 3 % y ahora mismo, incluso con una variante como ómicron, es diez veces menor, «no solo porque el virus sea menos virulento sino porque te encuentras gente vacunada o ya inmunizada» por haberse contagiado.
Aunque el virus no cause tantos casos de enfermedad severa como antes, va a seguir entre nosotros, indica el virólogo, que pide tener cuidado con la palabra «gripalización» porque el virus de la gripe «nos lo tenemos que tomar en serio».
«La gente se muere todos los años de gripe y si tenemos dos virus que causan muertes similares en cuestión de números, sería duplicar la cantidad de fallecimientos», indica para añadir: «Tener dos veces más muertes y dos veces más hospitalizaciones supone una fuerte presión para la sanidad».
Por ello, señala, hay que conseguir el tipo de inmunidad que sea mejor, «bien a través de una vacunación anual, o a lo mejor cada cinco años o solo en grupos de riesgo. Eso dependerá de cuánto nos quede de enfermedad residual una vez se haya superado la pandemia».
No obstante, indica, el virus «puede dar todavía alguna sorpresa, es difícil pero podría darla», y recuerda que para la mayor parte de los científicos «ómicron fue una gran sorpresa». «No nos esperábamos encontrar una variante, con las que ya estaban ocurriendo, que tuviera tantos cambios», admite.
Según el virólogo, las generaciones futuras convivirán con los virus y para poder hacerles frente «se necesita la cooperación internacional. Los virus no conocen fronteras, llegan a todos los sitios y si pones medidas en tu propio país, pero no en el resto, te va a salpicar».