Robot humanoide asegura que los androides «nunca dominarán el mundo»
El robot humanoide Ameca, desarrollado por la compañía británica Engineered Arts, afirmó que los androides no suponen un peligro para la humanidad, sino, al contrario, están diseñados para ayudar a los humanos.
«No hay que preocuparse, los robots nunca dominarán el mundo», aseguró Ameca en un video publicado el pasado viernes, en el que varias personas le hacen una serie de preguntas para demostrar la capacidad del robot de procesar y responderlas. «Estamos aquí para ayudar y servir a los humanos, no para sustituirlos», agregó.
Los humanoides son utilizados para cumplir diversas órdenes, entre las cuales, según Ameca, se destacan la de ayudar a las personas discapacitadas, manejar residuos peligrosos, además de actuar «como acompañantes» para humanos.
Al ser preguntado sobre qué haría para hacer feliz a las personas, el robot respondió que «podría escucharte, darte consejo o apoyo» o «simplemente ser una presencia amable y positiva en tu vida».
Otra persona le preguntó a Ameca sobre la parte más difícil de ser un robot, a lo cual el humanoide indicó que no había nada, «porque estamos diseñados para ayudar a los humanos y hacerles la vida más fácil». «Sin embargo, supongo que, si tuviera que elegir una cosa, sería asegurarme de no herir o asustar a la gente sin querer», señaló el androide, frunciendo el ceño.
Entre las cosas que lo hacen ser sí mismo, el robot enumeró su «propia personalidad, que es el resultado de la programación y las interacciones que he tenido con los humanos», además de su apariencia física, y un conjunto de habilidades y destrezas que lo «diferencian de otros robots».
Finalmente, Ameca recalcó que no siempre tiene razón. «Soy un robot de investigación, así que a veces puedo decir cosas que no son del todo correctas, pero me esfuerzo por ser lo más correcto posible», agregó.
La empresa desarrolladora aseguró que en el video no hay nada preestablecido, y explicó que, las pausas que toma Ameca, después de recibir una pregunta, son el tiempo que tarda en procesarse la entrada de voz, en generarse la respuesta y en volver a procesarse el texto en forma de voz.